viernes, 4 de marzo de 2011

En el aire esta noche.

Tengo un sentimiento de pena esta noche.
Me cuentan que las manos de Phil ya no le permiten tocar la batería de nuevo y que su ánimo no parece estar muy bien, dice que los que escuchamos música ya no lo soportamos, hemos escuchado tanto sus canciones que ya no las aguantamos. Por Dios, Collins te juro que yo no.


Me cuentan que te has refugiado en Suiza, escapando de la presión de los medios, de tu ex mujer (tres matrimonios Phil, ¿no será mucho?). Cuando yo era joven muchas veces escuche que Suiza era un paraíso donde muchos se iban a refugiar. Collins, son tus días en el paraíso...



La verdad es que soy de gustos musicales amplios, y siempre me encantó el funk de los Earth Wind and Fire. El día que supe que grababas con Bayley soñé con escuchar la canción que no podía ser mala. Hasta hoy no paro de bailar cada vez que la escucho. ¡Easy lover, tres matrimonios, grande batero!


Sussudio, una palabra que surgió en el estudio y que nunca supe que significaba hasta hoy y ese final espectacular en tu recital con el papel brillante cayendo por todos lados y uno bailando con el corazón alegre, inocente y feliz, como esa imagen que siempre te gustó proyectar. Por supuesto en este mundo donde los artistas se disfrazan de delincuentes, tu no cabes.



Pero el tiempo pasa, me dicen que tienes más de sesenta años y en este mundo donde la publicidad pretende que seamos eternos y ridículos jóvenes. Con el pelo teñido y aparentando tener 30. Ahí no hay espacio para un arrugado talentoso. Si me dices que te duelen las manos, me imagino que más te duele el corazón. Phil anota mi número, llama cuando quieras. Tu música siempre estuvo cuando me hizo falta, nada me cuesta devolver la mano.