domingo, 8 de mayo de 2011

Killing him, but not softly

Un domingo en la noche, un hombre negro se para frente de una cámara y anuncia al mundo que ha muerto el terrorista más buscado. La gente sale a las calles a celebrar y otros con molestia alegan que nadie puede morir, ni siquiera un criminal, sin un juicio.
El terror hace sus propios juicios y mata, quizás no podemos ser iguales a ellos.