lunes, 15 de marzo de 2010

El mundo es un pañuelo. lleno de bichos, bacterias y esas cosas que nos dan asco, pero que son tan pequeñas que no las podemos ver.

No me gustan los militares, vestidos en sus uniformes. Con sus mentes uniformadas, con su guerra. Pero los entiendo, hacen falta. Para qué? ni idea...

Quisera un mundo en paz, sin el señor Chávez, sin el señor Obama. Donde gobierne Muzam y la mejicana se saque fotos desnuda para ensueño de sus secretos amantes.

Cuando habrá una cosecha para el mundo?

2 comentarios:

  1. Intentaré no ser un mal hablado amigo Alex. Acabo de tener mi minuto de furia con las servidoras de internet que llegan hasta San Antonio y que me obligan a trabajar al 1% de mi capacidad. Perdí mi comentario anterior en este mismo lugar, comentario que pretendía decirte que todo me pareció muy bien y que es un agrado saber que podré acceder a tus escritos. Hablé bien de ellos, bien de tu estilo y despotriqué, aprovechando la embestida inicial, contra los arrogantillos palitroques, y para contradecirme, me pregunté ¿qué pensarán las personas honestas del gran Concepción sobre la necesidad de contar con militares? No sé, me contradigo, no los quiero, pero por el cauce que tomen mis reflexiones, llego irremediablemente a necesitar una guardia de palacio. Menos que ellos me gustan los signores de mitra y báculo que aconsejan con la sabiduría de un buey. Muy bien amigo. Estaré por estos lados muy a menudo contaminando tu blog con el chisporroteo de mis propias disquisiciones. Un abrazo. Jorge Muzam.

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  2. Pues bien, es tan sano despotricar que nadie puede impedirlo ni siquiera la guardia de palacio.
    En cuanto a los del báculo, ayer vi un video con unos de estos caballeros gozando de un monaguillo... es la estafa de la iglesia, componente de la vida.

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