martes, 30 de marzo de 2010

Especial de semana santa

No soy un tipo muy religioso... en el sentido heterodoxo de la palabra. Pues de un modo ambiguo también tengo una cierta religiosidad que me hace ir por la vida caminando de iglesia en iglesia en búsqueda de un ser cuya huella, según Muzam, no se encuentra.
Desde tiempos remotos, las iglesias han intentado atraer a sus templos con música. La música por otra parte también te conecta con sensaciones que pueden ir más allá de lo sublime. La música también es pecadora.
Al comenzar esta semana, dícese santa. He resuelto que usaré la música con los mismos sanos propósitos que la usaron los jesuitas para conquistar a los aborígenes americanos.

De nuevo, mis queridos feligreses, os invito a visitar mi blog y entender in situ, a que me refiero in FB...


Una de las mejores canciones que reflejan a Jesús, el mítico personaje que desde sus prédicas en el desierto cambió al mundo. Quien no quisiera tener un jesús propio que lo guie por el camino del bien. Excelente trabajo de Depeche Mode.



Cuando Jesús dijo, dejad que los niños vengan a mí... estoy seguro que no estaba pensando en esos asquerosos... ya mejor no sigo...



No me imagino a Jesús gordito, negro y cantando en un campo de algodón al sur del río nosecuanto... Bueno, el hombre canta bien y canción es bella. Como que dan ganas de hacer el coro...



Este tema de Genesis, nos muestra la monetizada iglesia, esa que paga millones de dólares a las víctimas de la iglesia, la que pide perdón y firma un cheque. La que se ha pasado la vida entera alabando y con el... dando a quienes no querían que les dieran...



Ayer Jesús me dictó una canción... no me gusta, pero no encontré un representante latino que poner aquí...




Bueno, aquí hay uno... pero no se si este tema debería estar acá.
Un bonus Track:


Enfin, se cierra esta página por hoy, mañana vuelvo a cantar... Reitero la invitación vengan a mi blog de bajo perfil...

2 comentarios:

  1. Me volví a poner recalcitrante al llegar a Arjona, pero reenmendamos la ruta. No puedo blasfemar por respeto a mis abundantes amigos religiosos.
    He tenido mis acercamientos con Dios ligados a la música de Ennio Morricone (La Misión) y la Sonata 20 de Mozart ( en contradicción con su aparente propósito panteísta). Beethoven me devuelve a mi propia fortaleza individual. Sé que hoy parece un oportunismo excéntrico confidenciar que hasta los quince años fui el devoto ideal del catolicismo a quien sólo podía avizorársele un futuro sacerdotal. Mis estampas, crucifijos y rosarios aún se apolillan en polvorientos baúles. Pasaron cosas que me hablaron de la debilidad del omnipotentatis o al menos de su desprolijidad ordenadora. Me volví ateo poco a poco y comencé a decir groserías, a comer carne y escuchar rock satánico en Semana Santa. Era el hijo pródigo en rebeldía. Pasaron los años y mi búsqueda personal no dio más que con saltimbanquis ojerosos extendiendo su sombrero dolarizado en la neblina más espesa. Tuve simpatías por Juan Pablo I y "La Leyenda del Santo Bebedor" de Ermanno Olmi me volvió cristiano por dos horas.
    Me parece apropiado que uses la música estimado Alex, qué mayor cercanía con Dios se podría encontrar, aparte de hacerle el amor a nuestras mujeres en la noche de resurrección.

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  2. La música es el transporte más rápido para llegar al cielo Muzam, y si es con compañía (no pongo mujer u hombre por los amigos de preferencias diversas) el viaje se hace más lento y placentero.
    Me comprometo que para el próximo año estaré menos pop y más clásico.

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